jueves, 22 de mayo de 2008

IMPRESIONANTE PORTADA DE DIARIO LOS ANDES:MENDOZA TIENE 212.000 POBRES Y PARA COLMO AISLADA POLITICAMENTE

Hay 35 mil pobres más que lo que dicen las cifras oficiales Un estudio indica que los datos del Gobierno excluyen a un sector de la población que no alcanza a satisfacer la canasta básica. Para una consultora, una familia tipo necesita $2.390 y no $982. Gastón Bustelo especial para Los Andes Sabemos todos que la inflación es la peor enemiga de las personas con bajos ingresos y por eso la fuerte suba de precios es una de las tantas causas que hacen disparar los índices de pobreza. No por casualidad los economistas la llaman “el impuesto inflacionario”. A falta de indicadores oficiales, algunas consultoras comenzaron a trabajar la relación entre la suba de precios y la pobreza. Desde Evaluecom consideran que por cada punto de inflación, hay unas 5.500 personas jefes de hogar que pasan a ser pobres en Mendoza. Asimismo la pobreza local pasó de 18%, índice oficial del primer semestre de 2007, a 22%, según indicó José Vargas, titular de la consultora. El economista considera también que desde el primer semestre del año pasado a esta fecha se han sumado 35.483 mil pobres a los 177 mil que reconocía el Gobierno. Concretamente para Vargas hay 212.483 personas pobres en la provincia. Volver a bajar la línea Vargas explica que desde la recuperación económica que se registró en 2002 luego de la devaluación, la pobreza bajó fuertemente. En nuestra provincia cayó de 60% que había en 2002, a 26,2% en el segundo semestre de 2006. Con la reactivación y la mayor producción, comenzó a ocuparse en las empresas, industrias y comercios más gente para trabajar. De esta forma, muchas personas lograron tener un ingreso que les permitía estar por encima de la línea de la pobreza. Durante los primeros años el esquema funcionó, porque había oferta para la demanda de esa gente que se incorporaba y comenzaba a consumir. Pero el escenario cambió desde el año pasado: “Ahora la inflación los está mandando de nuevo a la pobreza”, remata el economista y agrega: “Por eso el Gobierno demora la publicación del informe oficial sobre pobreza. Quizá ellos consideren que está la pobreza en 20, 22 ó 24%. Saben que aumentó con respecto al 18% del segundo semestre del 2007. El gobierno subestima el nivel de pobreza por tener disminuida la inflación”. Por su parte, Sergio Papi, asesor económico de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (Apyme), no duda en afirmar que la pobreza ha aumentado: “Tenemos estudios que indican que en 2001 el sueldo promedio de la gente que estaba en la pobreza le alcanzaba para comprar 47% de los alimentos que necesitaba. Este año, según podemos ver, sólo le alcanza para adquirir 43% de los bienes”. Sin poder adquisitivo En los ’80, desde las ciencias sociales acuñaron el concepto de “nuevos pobres” para referirse a aquellas personas que si bien tenían casa, electrodomésticos, auto y un ingreso que no los colocaba por debajo de la línea de la pobreza; se encontraban con serias limitaciones para renovar su vestuario o salir de vacaciones, características típicas de la clase media argentina. Ahora, Vargas habla de los “pobres virtuales” para referirse a esas 35.483 personas que están por debajo de la línea de pobreza pero que no son reconocidas como tales porque no entran en las mediciones del Gobierno. “No los mide el Indec, pero son pobres porque su ingreso perdió poder adquisitivo, su salario real cae y no pueden comprar con el mismo dinero los bienes que necesitan para vivir. Otro componente que juega en contra es el de las expectativas, porque la gente sabe que el mes que viene va a poder comprar menos y por eso se sienten pobres”, sentencia Vargas. Canasta digna Evaluecom también elabora una canasta digna, que incluye el conjunto de bienes, servicios y alquiler aceptable que una familia tipo consume. A todo eso le pone un monto que llega a los 2.930 pesos. “No calculamos 300 pesos de alquiler para que 4 personas vivan hacinados en un monoambiente. Elaboramos la canasta con datos que nos proporcionan 800 familias y en función de esas necesidades y de los precios reales que pagan por alimentos, servicios y alquiler es que consideramos que una familia tipo necesita 2.930 pesos para llegar a fin de mes”. Por su parte, el Gobierno considera que una persona es pobre si gana menos de 982 pesos, es decir que consideran que con ese dinero una persona puede pagar alquiler, comprar alimentos y abonar servicios. Causas Es fácil advertir, y se ha dicho varias veces, que la gente de menores recursos gasta la mayor parte de su ingreso en alimentos. Por eso la inflación los afecta más, también influye que los alimentos y bebidas están entre los rubros que más han aumentado en los últimos meses: el alza ha llegado a 40 o 45%. Vargas considera que las causas de la inflación que afecta a la Argentina son el alto nivel de gasto público, el incentivo de la demanda generada a través del consumo y los aumentos de salarios y jubilaciones y el corcet que se le coloca a la estructura productiva con los controles de precios. Para Papi, los motivos son otros. El asesor de Apyme considera que uno de los factores más importantes de la inflación que padece la Argentina se debe al proceso de concentración de los mercados, debido a que la mayoría de los alimentos se encuentra en manos de una o dos empresas que fijan el precio y aumentan su rentabilidad. “De esta forma suben el precio de los productos de primera necesidad que la gente está obligada a consumir”. El asesor económico descarta que la inflación se genere por la suba de salarios y del consumo: “Los precios suben, entre otros motivos, porque las empresas quieren ganar más”. El debate sobre las causas de la inflación sería el punto de partida para encontrar una solución a este problema que día a día deja a más gente sin sus necesidades cubiertas. Mientras tanto, el Gobierno local no mide la suba de precios y esconde los índices de pobreza debajo de la alfombra. Eso sí, los indicadores macroeconómicos son publicados. Aparentemente estamos frente a una administración que todavía no quiere saber bien qué sucede con los indicadores macrosociales de la provincia.