miércoles, 21 de noviembre de 2007

Mendoza Abucheos y ovaciones a los funcionarios electos Los justicialistas y sus hinchadas fueron mayoría en el teatro Independencia, donde se les otorgaron acreditaciones al próximo gobernador, Celso Jaque, y otros políticos que ganaron cargos. Entre abucheos, aplausos y cantitos propios de hinchas de fútbol, en el teatro Independencia recibió ayer su diploma como gobernador electo Celso Jaque, al igual que su vice y los demás funcionarios que ganaron cargos el 28 de octubre. Y, como en la cancha, el clima se fue calentando y al final terminó todo en descontrol, con los militantes peronistas subidos al escenario, casi descolgados de los palcos y cantando a viva voz la marcha peronista. Pasadas las 19 y no bien puso un pie en el teatro, Jaque recibió las mieles del triunfo y de sus seguidores, que lo vivaron. Su llegada dio inicio al acto, que tuvo sus pasos formales pero se llenó de color peronista por las barras que cada funcionario llevó y que luego protagonizaron las arengas desde las butacas. Los destinatarios de los vítores más fuertes fueron el propio Jaque, apenas entró al recinto, y algunos intendentes del PJ, como Rubén Miranda (Las Heras), Adolfo Bermejo (Maipú), Alejandro Abraham (Guaymallén) y Guillermo Pereyra (diputado nacional). Por su parte, los dueños de las silbatinas más potentes fueron el ministro de Seguridad y electo intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo –acérrimo enemigo de Jaque, a quien llamó mentiroso en el medio del escrutinio–, y el diputado Ricardo Puga (concertadores del PJ). En menor medida recibieron abucheos el senador Daniel Cassia y Víctor Fayad (electo intendente de Capital), pero ambos también fueron muy aplaudidos. Tras recibir sus diplomas por parte de la Junta Electoral Nacional, Jaque y Racconto se ubicaron al pie del escenario para saludar a todos los que bajaban, luego de ser acreditados como funcionarios electos. Los peronistas pura sangre recibieron ese gesto con estruendosas risas y abrazos. Los concertadores lo soportaron y posaron para la foto con entereza. Entre estos últimos, Cornejo aguantó el chubasco y se abrazó con Jaque. Y luego dijo que los que le dedicaron la ruidosa silbatina fueron “los mismos de la patota de Maipú del 2005 (cuando silbaron a Cobos en una visita de Kirchner), ahora lo hacen después de las elecciones”. Después de la celebración, Jaque volvió a su juego preferido: mantener en secreto su gabinete y la negociación por las autoridades legislativas. Y reveló, sin develar en el fondo nada, que su estilo de gobierno será “trabajar, trabajar y trabajar”.