"No le compraría un auto usado de Chávez"
El periodista Oscar Cardoso habla de Chávez, Kirchner, Bush, Lula y el futuro de la región.Tras ser recibido por un enorme cuadro de Casablanca, la obra maestra de Michael Curtiz de 1942, este cronista aprovecha la complicidad del fumador y también prende un cigarrillo, mientras recorre con la mirada el estudio: varias fotos familiares, una bastante más grande de Perón en una conferencia de prensa –después llegaría la información que la joven rubia que ladea al general es la esposa del entrevistado, allí como periodista-, mucha madera, un viejo grabador de periodista que no parece funcionar, una triple foto con Fidel Castro y varios encendedores y ceniceros distribuidos estratégicamente.
En la entrevista con La Política Online, Cardoso se prestará a un análisis profundo de la realidad política que vive Latinoamérica. El fenómeno Chávez, Lula, el Mercosur, el “juego a dos puntas” de Kirchner, la relación con Bush y, de postre, dejará una frase para consagrar a alguien a quien, se ve, admira mucho: “Fidel Castro es el último gran estadista que tuvo el mundo”.
La Política Online: Lo invito a empezar haciendo un poco de futurología. ¿Qué puede pasar con Cuba tras la salida de Fidel Castro?
Cuba se encuentra en una transición, la cual ya comenzó y se está dando, hasta aquí, de forma exitosa. Fidel dejó preparado un equipo de gente muy capaz para que tome las riendas de la isla, cuando él ya no esté. Seguramente trabajarán en realzar la imagen del partido, para ocupar el espacio que va a dejar su figura.
LP: Sin embargo esa figura ya no va a estar.
Si, y es irremplazable. No sólo por su historia, ya que ninguno que lo reemplace va a tener sobre sus espaldas el peso de la Revolución Cubana, sino también por su carisma. Es el último gran estadista que hubo en el mundo. Tuve la oportunidad, por mi trabajo, de entrevistar a varios líderes políticos, pero ninguno como él.
LP: Estados Unidos tuvo una dura relación con Fidel Castro, a quién demonizó, y ahora parece que ese lugar lo va a ocupar Hugo Chávez. ¿Necesitan siempre un enemigo?
Si, pero todavía lo están buscando. Desde la caída del régimen soviético no lo tienen. Por eso se dio esta construcción insólita de Afganistán o Irak, buscando ese enemigo claro que no encuentran.
LP: ¿Qué puede ocurrir en la relación de Estados Unidos y Cuba con la caída de Fidel?
Los Estados Unidos están esperando que se muera para adjudicarse una victoria inexistente, eso va a pasar. Por otro lado, no creo que vaya a variar mucho esa relación.
LP: ¿Chávez está destinado a ser el sucesor de Fidel, como cara del rechazo al imperialismo norteamericano?
Busca serlo, Fidel Castro, como ya dije, es irremplazable. Además, tienen grandes diferencias. Castro es un estudioso del marxismo, que se instruyó durante toda su vida en el marxismo. Chávez es como Perón, un autodidacta que llegó al poder desde las Fuerzas Armadas.
LP: ¿Cree que Bush es, como dijo Chávez, un “cadáver político”?
De ninguna manera, creo que Chávez ahí se equivocó, manifestó una expresión de deseos. Le quedan innumerables recursos, que sólo el Congreso, hoy en mano de los demócratas las dos cámaras, podría recortarle.
Algo es cierto, esto no es el 2003 o el 2001, Bush no puede hacer lo que hizo en aquellos momentos, burlarse de la oposición, pasar por encima del sistema de derecho internacional, pero para adelante le queda un montón de margen. No nos olvidemos que es la posición electa más importante del mundo.
LP: Le quedan recursos, ¿Pero le queda tiempo?
Es la pregunta del millón de dólares. Si hay algo que demostró Bush es que puede hacer muchas cosas en muy poco tiempo, y que no le tiembla el pulso para hacerlo, que no es tímido a la hora de hacer daño. Todavía puede hacer mucho daño.
LP: Si tiene tiempo para hacer daño, ¿Lo tiene también mejorar la mala imagen que provocó a su país?
No, creo que para eso ya no. Pero eso no significa que no vaya a intentarlo.
LP: ¿Qué Estados Unidos deja Bush?
Un país con una gran crisis tanto interna como de política exterior, de relaciones internacionales. Yo quiero ver cómo va a ser ese final. Es el segundo presidente con menos popularidad desde que se hacen encuestas en los Estados Unidos. Eso se palpa entre la gente, saben que se avecinan tiempos difíciles.
LP: ¿Qué opina de Chávez?
Tuve la oportunidad de conocerlo cuando todavía estaba preso, y después lo encontré en varios lugares más. Creo que es una elección excelente para compartir unas copas en una noche, muy divertido, pero no le compraría un auto usado.
Igualmente, pienso que es muy interesante su accionar y el movimiento político que está encabezando.
LP: ¿Qué pros y contras deja para la Argentina la relación con Venezuela?
Los caminos de esa alianza son todavía un poco vagos. Por ejemplo, el tema del gran gasoducto que cruce el continente, una obra muy importante, pero que todavía no tiene visión de concretarse en el futuro cercano. Enarsa tiene su primer pozo petrolero compartido con PDVSA en la cuenca del Orinoco, no es tampoco demasiado.
Lo que sí ha habido es una fuerte presencia financiera en la Argentina de Venezuela. En estos términos, yo no veo, hoy por hoy, todavía una alianza establecida. Veo más intención que otra cosa, fuera de la importante presencia económica de Venezuela en el país.
No puedo evaluar si esto es malo o bueno para la Argentina. En principio, diría que es bueno. Pero habría que ver como avanza el proyecto. La relación Sur-Sur nosotros en los ochenta y noventa rápidamente la dejamos de lado.
LP: ¿Qué le parece la inserción de Venezuela en el Mercosur?
La veo bien. Lo que pasa es que el Mercosur tiene otros problemas, no sólo para afuera sino internos: Argentina y Uruguay por el tema de las –mal llamadas- papeleras, el cual nos ha distanciado mucho; Paraguay que siente que es corrido –junto con Uruguay- por los dos “grandes”; Argentina y Brasil por el destino de la producción. Hay serios problemas para resolver ahí.
LP: ¿Qué futuro espera al triángulo Kirchner-Bush-Chávez?
El gobierno argentino está intentando un difícil equilibrio, al que alguno llamaría “juego a dos puntas”. Por ejemplo, el gobierno argentino aparece comprometido con Bush en políticas, para mi, desastrosas, como la supuesta guerra contra el terrorismo, o dispuesto a concederle espacio y argumentos para demonizar a Irán. Pero a su vez, no se casa con la administración Bush ni hace el seguidismo propio de la década pasada.
Lo que no se es cuanto tiempo se puede mantener una política de este triángulo, o cuando la adhesión no se uno no se vuelve contradictoria con el respaldo al otro. Igualmente, en Estados Unidos habrá pronto un cambio de administración y habrá que ver cómo se reordena esto.
LP: Siguiendo la línea de mandatarios de este lado del Atlántico, ¿Qué opina de Evo Morales?
Creo que es el producto más original de los últimos tiempos. Un hombre de ascendencia indígena, es decir, con raíz étnica en la mayoría del pueblo de Bolivia, que llega a la presidencia por primera vez en la historia de Bolivia, incluyendo a los blancos que lo precedieron, con mayoría absoluta. Y que conserva, pese a algunas dificultades, un nivel de aceptación en la sociedad muy importante. Es un fenómeno incluso más original que el de Chávez. Es sin duda la gran promesa de los últimos tiempos.
LP: Teniendo en cuenta el poder económico que tienen hoy Venezuela y Brasil, se puede temer un rol hegemónico de estos dos países sobre el resto de la región?
Eso tendría que temerse de Brasil. Estamos acostumbrados a pensar en Brasil como un país grande, cuando en realidad es un gran país, que entre su historia tiene un pasado imperial, y como tal tiene apetencias de liderazgo. Y ese liderazgo hoy es imposible de obviar.
LP: ¿El Mercosur es la única salida a la situación de empobrecimiento que aqueja a la región?
El tratado de Asunción no parece, hasta aquí, haber dado esa respuesta. Es sin duda una alianza estratégica, que, aunque nos hayamos olvidado por la política privatizadora que llevaron adelante Carlos Menem y Fernando Color de Melo, es una apuesta a la viabilidad de la región, y de cada país dentro de la región. En ese esquema, es una de las cosas más importantes en las que esta involucrada hoy la Argentina.