"El problema no es la pobreza"
viernes, 14 de agosto de 2009
La presidenta Cristina Fernández encabezó el acto de lanzamiento de un nuevo plan Ingreso social con Trabajo, en el marco del plan nacional de Economía Social del ministerio de Desarrollo Social, con el propósito de fortalecer la creación de miles de cooperativas sociales en todo el país, que permita la creación de nuevas fuentes de trabajo. 15 de agosto de 2009

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo ayer que "el trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza" y afirmó que el verdadero problema en la Argentina "no es la pobreza sino la iniquidad social", al anunciar un programa de ingreso social con empleo.
Al presentar en Casa de Gobierno el megaplan que destinará $1.500 millones para generar unos 100 mil nuevos puestos de trabajo, la jefa de Estado defendió las políticas aplicadas desde 2003 para combatir la pobreza y la desocupación.
"Abordar el problema de la pobreza es generar y estimular oportunidades genuinas de empleo, convencidos de que el trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza", dijo la mandataria en un discurso de 40 minutos en el Salón de la Mujer, desbordado por funcionarios, legisladores, intendentes y sindicalistas.
La Presidenta detalló, a través de cadena nacional, que el plan trabajará conjuntamente con cooperativistas en barrios, villas y comunidades de "alta vulnerabilidad social", y precisó que la primera intervención será en el conurbano bonaerense, para luego ampliar la iniciativa a otras zonas marginales del país.
Según Fernández de Kirchner, el plan implica "un abordaje diferente a los programas que, con asistencialismo, se desarrollan hasta ahora, ya que tiende a que la gente tenga trabajo y se organice socialmente con las características del movimiento cooperativo".
El plan, que será auditado por la Universidad Tecnológica Nacional, también contará con una coordinación interministerial, entre las carteras de Desarrollo Social, Educación, Trabajo y Salud.
"La transparencia estará dada en que cada trabajador será un monotributista con tarjeta. Nadie le entregará dinero, sino que él irá a cobrarlo a un banco para evitar rehenes de cualquier naturaleza", dijo Cristina, y remarcó que el programa estará destinado a los desocupados. Luego, centró su mensaje en la discusión que se dio en los últimos días en el país, desde diferentes sectores, sobre el número de pobres que hay en el país y "la efectividad o no de las políticas" para combatirlo, según dijo.
"No vamos a discutir si es 15, 20 o 30 (el porcentaje de la pobreza). El conteo de pobres es una falta de respeto hacia los sectores más vulnerables", dijo, y sostuvo que la preocupación por este tema "no puede ser espasmódica, sino consistente y coherente".
"No se trata de contar cuántos quedan, mientras haya uno solo no estaremos en un país digno y justo", añadió, al tiempo que pidió un debate "con seriedad y responsabilidad" sobre el tema.
Agregó asimismo que "el mejor combate contra la pobreza lo mostramos con cifras. En el 2003, un cuarto de la población estaba desocupado y ahora tenemos menos de un dígito de desocupación".
En ese marco, la jefa de Estado dijo que "el problema no es la pobreza en Argentina sino la iniquidad social y cómo se distribuye", por lo que planteó la importancia de "identificar qué nivel de exenciones y eximiciones tenemos en Argentina, para ver desde dónde pueden salir los recursos".
En otro tramo de su discurso, remarcó que desde 2003 a la fecha creció el 800% el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social para el "combate contra la pobreza y la desigualdad", y destacó que en estos últimos años se asignaron $61.531 millones en asistencia social directa.
También detalló las pensiones no contributivas, que se pagan a personas con discapacidades y a madres con más de 7 hijos, el Plan Familias y el de Jefes y Jefas de Hogar, y que en total asciende a $10 mil millones la cifra mensual que el Gobierno destina a asistencia social directa. Agregó otras cifras y datos de los planes asistenciales.
Finalmente, la jefa de Estado manifestó que "si bien son números fríos que resultan insuficientes para cada persona", destacó que se llega a casi 2 millones con una cobertura social y reafirmó que "hace falta más, seguramente".
Al presentar en Casa de Gobierno el megaplan que destinará $1.500 millones para generar unos 100 mil nuevos puestos de trabajo, la jefa de Estado defendió las políticas aplicadas desde 2003 para combatir la pobreza y la desocupación.
"Abordar el problema de la pobreza es generar y estimular oportunidades genuinas de empleo, convencidos de que el trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza", dijo la mandataria en un discurso de 40 minutos en el Salón de la Mujer, desbordado por funcionarios, legisladores, intendentes y sindicalistas.
La Presidenta detalló, a través de cadena nacional, que el plan trabajará conjuntamente con cooperativistas en barrios, villas y comunidades de "alta vulnerabilidad social", y precisó que la primera intervención será en el conurbano bonaerense, para luego ampliar la iniciativa a otras zonas marginales del país.
Según Fernández de Kirchner, el plan implica "un abordaje diferente a los programas que, con asistencialismo, se desarrollan hasta ahora, ya que tiende a que la gente tenga trabajo y se organice socialmente con las características del movimiento cooperativo".
El plan, que será auditado por la Universidad Tecnológica Nacional, también contará con una coordinación interministerial, entre las carteras de Desarrollo Social, Educación, Trabajo y Salud.
"La transparencia estará dada en que cada trabajador será un monotributista con tarjeta. Nadie le entregará dinero, sino que él irá a cobrarlo a un banco para evitar rehenes de cualquier naturaleza", dijo Cristina, y remarcó que el programa estará destinado a los desocupados. Luego, centró su mensaje en la discusión que se dio en los últimos días en el país, desde diferentes sectores, sobre el número de pobres que hay en el país y "la efectividad o no de las políticas" para combatirlo, según dijo.
"No vamos a discutir si es 15, 20 o 30 (el porcentaje de la pobreza). El conteo de pobres es una falta de respeto hacia los sectores más vulnerables", dijo, y sostuvo que la preocupación por este tema "no puede ser espasmódica, sino consistente y coherente".
"No se trata de contar cuántos quedan, mientras haya uno solo no estaremos en un país digno y justo", añadió, al tiempo que pidió un debate "con seriedad y responsabilidad" sobre el tema.
Agregó asimismo que "el mejor combate contra la pobreza lo mostramos con cifras. En el 2003, un cuarto de la población estaba desocupado y ahora tenemos menos de un dígito de desocupación".
En ese marco, la jefa de Estado dijo que "el problema no es la pobreza en Argentina sino la iniquidad social y cómo se distribuye", por lo que planteó la importancia de "identificar qué nivel de exenciones y eximiciones tenemos en Argentina, para ver desde dónde pueden salir los recursos".
En otro tramo de su discurso, remarcó que desde 2003 a la fecha creció el 800% el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social para el "combate contra la pobreza y la desigualdad", y destacó que en estos últimos años se asignaron $61.531 millones en asistencia social directa.
También detalló las pensiones no contributivas, que se pagan a personas con discapacidades y a madres con más de 7 hijos, el Plan Familias y el de Jefes y Jefas de Hogar, y que en total asciende a $10 mil millones la cifra mensual que el Gobierno destina a asistencia social directa. Agregó otras cifras y datos de los planes asistenciales.
Finalmente, la jefa de Estado manifestó que "si bien son números fríos que resultan insuficientes para cada persona", destacó que se llega a casi 2 millones con una cobertura social y reafirmó que "hace falta más, seguramente".
